Guantánamo, 29 sep. Las lluvias de los últimos días han favorecido con creces a la zona semiárida de Guantánamo, precisó a la AIN el Puesto de Mando de la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos.
Como efecto de las precipitaciones propias del período húmedo y las originadas por la depresión tropical 16 de la actual temporada ciclónica, han registrado niveles significativos los pluviómetros de Hatibónico, Boquerón y Guaibanó.
Los dos primeros puntos están enclavados en el litoral sur, considerado el segmento de mayor evapotranspiración y menos precipitaciones en el archipiélago cubano, y el tercero se ubica en las cercanías del valle de Caujerí, emporio agrícola notablemente beneficiado por la humedad en las últimas jornadas.
Enrique Perigó, especialista del Centro Provincial de Meteorología, dijo a la AIN que en las últimas 24 horas se produjeron lluvias persistentes en casi todo el territorio (excepto su parte septentrional), pero ninguna superior a los 100 milímetros.
Explicó que la estación meteorológica del municipio de Guantánamo reportó hoy 49 milímetros, y todavía en esta capital provincial prevalece una tenaz llovizna que duró parte de la madrugada anterior y debe extenderse durante la venidera, y las primeras horas del jueves.
Juan Carlos González, subdelegado de Recursos Hidráulicos, informó que ese realce de las precipitaciones ha permitido ingresar seis millones de metros cúbicos a la red de embalses del territorio, la cual alcanza ahora un 69 por ciento de llenado.
Indicó González que, aunque la situación meteorológica no augura un vertimiento rápido ni a mediano plazo de esas instalaciones almacenadoras, se mantiene sobre ellas una estricta vigilancia.
Hasta ahora, aseguró, las precipitaciones han constituido ganancia neta para las represas guantanameras, incluida la “Faustino Pérez”, que incrementó discretamente su volumen.
Conocida como La Esperanza, es la principal tributaria de agua a la población y las industrias de esta poblada urbe, y regula además las avenidas del río Guaso, las cuales durante mayo y noviembre de 1993 y 1994 causaron cuantiosos daños, sobre todo en el municipio cabecera. (Pablo Soroa Fernández / AIN)
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