El Gobierno de EEUU acusó a la ciudad de Nueva York de obtener fondos de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias “alegando falsamente que numerosos vehículos” del servicio municipal quedaron dañados por Sandy.
Nueva York ha acordado devolver 5.3 millones a la Justicia estadounidense por emitir facturas falsas para recibir indemnizaciones federales en concepto de vehículos dañados por el huracán Sandy en 2012, anunció este jueves la Fiscalía de Manhattan.
El Gobierno de EE.UU. acusó a la ciudad de obtener fondos de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) “alegando falsamente que numerosos vehículos” del servicio municipal quedaron dañados por Sandy, y junto a la demanda propuso un acuerdo para cerrar el caso.
“Bajo el acuerdo propuesto, la ciudad accedió a pagar y devolver a EE.UU. un total de 5,3 millones de dólares y admitió la conducta de la que se le acusa en la demanda del Gobierno, como buscar reembolsos de FEMA para vehículos que no fueron dañados por Sandy”, desgrana la Fiscalía.
Concretamente, Nueva York pagará en efectivo 4,1 millones y renunciará a sus derechos para recibir casi 1,2 millones que la agencia federal había accedido a desembolsar.
De acuerdo a la demanda, el departamento municipal de transportes envió a FEMA una lista de vehículos dañados por el huracán, pero quienes la habían elaborado no recibieron la formación requerida “ni se esforzaron en inspeccionar” la flota y determinar si los daños se debían a Sandy, ya que muchos vehículos ya estaban inutilizables.
En 2014, basándose en esa “lista incorrecta”, Nueva York solicitó una indemnización que cubría la sustitución de 132 vehículos y “atestiguó falsamente” que incurrió en esos costes como resultado directo del huracán, por lo que la agencia federal le pagó un montante “al que no tenía derecho”.
A raíz del acuerdo con la Justicia, la ciudad ha admitido que el comisario del departamento municipal que firmó el certificado para FEMA no tenía suficiente conocimiento para determinar cómo y cuándo habían quedado dañados los vehículos, ni dirigió o encargó una investigación previa de su estado.
Nueva York concede que en la lista había automóviles no afectados por el huracán que ya estaban inutilizables antes de la catástrofe meteorológica, y pese a que un empleado notificó al comisario de que no eran elegibles para la indemnización, la ciudad no notificó a FEMA hasta que supo sobre la investigación de la Fiscalía.
El fiscal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, afirma en la nota que “cuando la gente miente al FEMA sobre las causas de los daños en su propiedad para quedarse con la ganancia, eso pone en peligro su capacidad de dar asistencia financiera a víctimas legítimas de desastres”.
El acuerdo para cerrar la demanda entre la Justicia federal y la ciudad de Nueva York está sujeto a revisión y aprobación por parte del tribunal del distrito, añadió la Fiscalía.
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