Este
jueves se cumplieron ocho años de que el huracán Katrina, de categoría 5,
azotara la costa sureste de Estados Unidos para convertirse en el más
costoso y uno de los más letales en la historia de este país
Aunque Katrina se desató días antes, lo peor llegó un 29 de agosto cuando tocó tierra a las puertas de Nueva Orleans.
Se estima que Katrina causó daños materiales por 75 mil millones de
dólares, la muerte a mil 836 personas y la evacuación de más de un
millón.
La devastación de Nueva Orleans se produjo cuando los diques y canales
que surcan toda la ciudad no soportaron la fuerza del agua que venía del
lago Pontchartrain.
En las horas posteriores al desastre, los equipos de rescate no se daban
abasto para localizar y poner a salvo a cientos de personas que pedían
ayuda desde los tejados de sus casas, aisladas en medio de la
catástrofe.
En septiembre del 2005, el 85 por ciento de la ciudad estaba bajo el agua y durante muchos tiempo estuvo inhabitable.
La mayoría de los habitantes de Nueva Orleans tuvieron que ser
evacuados. Muchos de ellos resistieron dias en el estadio deportivo del
Superdome con la ciudad completamente inundada.
El fallo de las protecciones de Nueva Orleans es considerado como el
mayor desastre de ingeniería civil de la historia de Estados Unidos.
Los daños y amenazas ambientales en la salud pública fueron los efectos más duraderos y peligrosos del huracán Katrina.
El agua contaminada que desbordó las zonas residenciales causó efectos
en la salud a largo plazo en los seres humanos, animales y otros
habitantes de la zona.
Como consecuencia de los importantes daños económicos, materiales y
personales dejados a lo largo de la costa del golfo, el nombre Katrina
fue oficialmente retirado de la nómina por la Organización Meteorológica
Mundial a petición del gobierno de Estados Unidos.
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